La libertad huele a rosas...[Libre]

por **Cass White** Jue Oct 15, 2009 7:53 pm

Todo estaba marchando a las mil maravillas. Chris y yo habíamos acabado en un internado humano, para aprender a ser cómo ellos, a ver qué los motiva, qué los entusiasma...todas las perfectas y a la vez complejas emociones de ellos. Trabajando juntas, unidas, como las piezas del más delicado relój, una se quiebra, y las demás no pueden funcionar, se vuelve un caos. Y, a los pocos segundos, el relój deja de cumplir su función. Al igual que la función de las personas...disfrutar, llorar, reír, sangrar, explorar, investigar, aprender, valorar...vivir.

Suspiré, no con melancolía...sino, con alegría contenida. Un suspiro agudo y corto que se perdió en la inmensidad del aire, yendose hacia el refulgente sol de aquella tarde. Los jardines del lugar eran completamente maravillosos, miles de flores lo adornaban, radiante, mostrándose orgullosas de lo adorable que lograban que el exterior se viera en su grata compañía. Estaba adorando el mundo, estaba adorando aquél lugar...todo era tan intenso, tan fuerte, mil sensaciones nuevas en mi pecho que antes ni siquiera había conocido. Era mágico, electrizante, hipnotizante...

Reaccioné unos segundos, mirando a mi alrededor con una sonrisa deslumbrante, y observé mi flor favorita, unas rosas blancas, delicadas y bellas. Finas, puras...Me acerqué al arbusto donde se hallaban, danzando en lugar de caminar, dando un par de giros, divertida, disfrutando de todo. En mi cabeza se repetían una y otra vez aquellas tranquilas melodías humanas que había oído...la música también era algo sorprendente. Te hacía compenetrarte, entrar en otro mundo, erizarte los bellos, te hacía meterte en su realidad. ¡Todo tan maravilloso!

Tarareé entre dientes aquella bella balada mientras llegaba junto a las flores. Junté las manos y las coloqué alrededor de una de las rosas. Sin desprender sus raíces de la tierra, sin moverla de su lugar. Ahí pertenecía, allí había nacido y no iba a ser yo quien alterara el frágil equilibrio de la naturaleza.
Cerré los ojos, ahí mismo, arrodillada en el verde césped, oliendo cómo el sutil aroma dulce se escapaba de entre los pétalos para llegar hasta mi nariz, acariciando mi rostro con delicadeza.
No podía entender cómo algunas personas pasaban de largo, seguían caminando, con tal maravilloso paisaje frente a sus narices. Como el mundo se había vuelto algo rutinario para ellos, algo que jamás se iría, y esa les parecía suficiente razón para dejarlo de lado, olvidar las pequeñas y fascinantes cosas que les proporcionaba, la vitalidad...
Los humanos eran extraños.

por **Taylor LeBeau** Jue Oct 15, 2009 9:22 pm

Unos ojos rojos se vieron entre las sombras como dos pequeños faroles. Salí de esta con una sonrisa..un olor nuevo, extraño y jamás olido por mi...que era?
Avancé por el jardín hasta ver a una bella mujer oliendo flores. Sonreí y me acerqué. ¿seria una nueva presa? ya lo veriamos.

-hola-dije con una sonrisa

- te molesto? me ha llamado la atencion el hecho de que estes oliendo flores- me quite un momento el sombrero para colocarme el pelo hacia atras y volver a ponermelo.

por **Cass White** Jue Oct 15, 2009 10:08 pm

Todo era tan puro, la naturaleza en su más perfecto estado. El aroma embriagador de la rosa entrando a mi sistema tan profundamente que no lo creería real de no haberlo vivido.
De cierta forma, extrañaba el cielo, era cierto. Pero no podía decir que me pudiera arrepentir de haber bajado a la Tierra. Tantas sensaciones maravillosas...cosquilleo en el estómago. Un extraño ardor en los ojos y una humedad cálida y fría a la vez, que salía de ellos luego de un rato. La primera y única vez que lloré, por felicidad. O la simple sensación de una brisa de viento jugando con tu cabello.
No, no se podían perder experiencias como esas...

Abrí los ojos lentamente, al oír una voz desconocida dirigirse a mi persona. Abrí mucho los ojos al ver al extraño. Cabello rubio, color arena cayendo delicadamente hasta detrás de su nuca, bastante largo. Pupilas de un rojo escarlata, que resaltaban más ante el contraste de la blancura nívea de su piel. Una amplia sonrisa de dientes algo afilados presentaba al hombre desconocido.

Mi cabeza pronto me informó que no era un humano común...no, lo menos parecido a ello.
Vampiro.
De acuerdo, tuve que leer su mente para sonsacar eso...pero casi no lo noté, me estaba acostumbrando demasiado a mi habilidad. ¿Eso era bueno o malo?
Le regresé la sonrisa, ancha y amable, sin dejar de sostener la rosa entre mis dedos, como si fuera el más preciado de los tesoros. No conocía mucho sobre los vampiros, sólo sabía que eran muertos con instintos animales...y sentimientos. Tenían mala reputación, claro, pero no podía considerarlo como alguien malo. Ni a él ni a nadie en ése momento. Tendía a ver todo lo positivo ante la primera impresión. Como sus aires carismáticos o sus movimientos elegantes. Decidí actuar como si nada, al menos por un período de tiempo...si llegaba a ser una amenaza...Dios, luego se vería.
-¿Te ha llamado la atención? ¿Por qué, las personas no lo hacen todo el tiempo?-pregunté, sin dejar que mi sonrisa se desvaneciera.

Acaricié inconcientemente los suaves pétalos de aquella flor blanquecina, con cariño. Después de todo, era otro ser vivo. Se alimentaba, respiraba...merecía afecto.
-. No acabo de comprenderlo...cómo teniendo semejante belleza, semejantes jardines. No se detengan a oler las rosas a cada momento. Al menos yo lo haría.-confesé, soltando una suave risita que vibró en el aire, cantarina.

por **Taylor LeBeau** Jue Oct 15, 2009 11:34 pm

La observé durante un instante. Era demasiado perfecta para ser humana, pero su olor no era conocido. Ni licantropo, ni vampiro...era más puro, más puro que cualquier ser vivo...más puro que cualquier flor de aquel jardin.

Me volví a acercar y cojí lentamente la flor que ella sujetaba con la misma delicadeza con la que cojen un recien nacido.

- por el simple hecho de que es demasiado frágil para los humanos cherie... -dije mirandola a los ojos.

- son tan delicados como los petalos de esta rosa...por eso nosotros...tendemos a inmortalizarlas...-sople levemente a la flor y sus petalos se congelaron con lentitud, haciendo aparecer escarchar y cristalizando sus ojas. Se la volvi a entregar.

- ahora no morira...pero tampoco estará viva...esa es la verdadera belleza...

por **Cass White** Vie Oct 16, 2009 12:19 am

Mi cabeza me informaba de forma automática lo que él pensaba, de una forma rápida e imprecisa, pero con una idea fija: la ignorancia. No tenía idea de mi raza. No sabía que era un ángel. Pero lo estaba entendiendo, ya había descartado a los licántropos y vampiros de su lista, sonreí de lado, inconcientemente. A veces era sorprendente lo rápido que trabajaba el cerebro. Levanté la vista hacia él y lo descubrí mirándome, con la cabeza ligeramente ladeada hacia la derecha, ceño fruncido...no enfadado, más bien...analítico. Sí, definitivamente.

Volví la vista hacia la flor, sin perder las sensaciones bellas y cálidas que invadían mi pecho a cada momento, la alegría, la felicidad...¿Cómo algunos libros podían decir que los sentimientos humanos eran burdos, que eran más instintos? Todo lo que estaba viviendo era tan intenso, tan maravilloso, todo tan nuevo...que no quería que se fuera jamás.

De un momento a otro, unas manos nuevas irrumpieron en la zona donde las mías se habían posado, pálidas y gélidas, como un témpano de hielo, aquél vampiro tomaba la flor entre sus manos, rozando sus dedos con los míos y enfriando mi tacto. Decidí que lo mejor sería darle su espacio y junté las manos sobre mi regazo, oyendo atentamente sus palabras.
-Tal vez sea frágil...pero sólo quiere ser vista. Sólo un poco...no vivir entre las sombras. ¿No crees?-levanté la vista y sonreí, ampliamente, mirando la flor con dulzura, una vez más -No recibir sólo indiferencia, cuando ella es conciente de toda su belleza. Y que debería ser reconocida...no quiero decir que las personas sean egoístas...sólo que, me parece algo injusto-fruncí los labios un momento, pensando en aquello. Las cosas pequeñas e insignificantes que convertían el mundo en algo maravilloso. La belleza oculta donde menos lo esperas.

Entonces, antes de que pudiera notar algun movimiento, el extraño sopló delicadamente la flor, acariciándola con su exhalación, y volviéndola hielo, literalmente, congelándola. Abrí mucho los ojos, volviendo a acercar mis manos a ella. Tan fría, helada...ahora resaltaría entre todas las demás, claro, y sería reconocida...pero viviría una vida de frialdad. Todo tenía un precio. Suspiré ligeramente.
-Tienes una idea curiosa sobre la belleza.-musité, apenas, sonriendo de lado. No lo miraba a él, seguía perdida en las hojas congeladas de la rosa.

por **Taylor LeBeau** Vie Oct 16, 2009 12:37 am

Sonrio al ver su reaccion. Queria saber lo que era, ningun humano, ni siguiera una criatura de la noche, reaccionaria de esa forma. Volví a cojer la flora y la rompí en mil pedazos.

- la belleza no existe más hayá que de los sueños, querida...-dije con unos ojos llenos de rabia contenida por los siglos

- y la perfecta, la fria, la pura...se rompe en mil pedazos-abri la palma para dejar ver el polvo de la flor. la volví a mirar a los ojos.

-y ahora...dime, que eres?

por **Cass White** Vie Oct 16, 2009 12:58 am

Sus palabras contenían una furia extraña, curiosa, ladeé la cabeza y abrí mucho los ojos, observándolo con atención. Mi cabeza me decía que su repentina cólera se remontaba a hechos ocurridos en el pasado, es más, me los nombró. Pero debía concentrarme...
Piensa en algo más, otra cosa, lo que sea...
No tenía que oír esa parte, no quería inmiscuirme en su vida privada sólo por mi don. No tenía derecho a hacerl. Le sonreí una vez más, intentado inspirarle confianza, y a la vez apoyo, no me gustaba que otros seres sufrieran. Me hacía sentir demasiada empatía, me hacía compenetrarme en su dolor. Y el universo no estaba ahí para sufrir, para escarbar en los malos recuerdos. ¡no, todo lo contrario! Estabamos ahí con un propósito, para vivir felices, para disfrutar, para vivir plenamente...

En un par de instantes, la rosa congelada se hizo polvo entre sus manos, cayendo como cenizas, deteriorándose entre sus manos. Entreabrí los labios, reprimiéndome para no soltar un gemido...aquella flor no merecía eso.
Fruncí los labios y toqué con dos dedos las cenizas donde alguna vez hubo una vida latente, un ser vivo...esperaba que aquél poder aun funcionara...casi todos los ángeles lo poseían. Pero hacía tanto que no requería de él, que temía haber perdido el don.
-Soy un ángel-confesé, sin pensarlo dos veces, levante la vista para enfrentar sus pupilas rojizas, un par de segundos, y luego bajé la vista a los restos de la flor. No pude evitarlo, quería ser sincesa, siempre era sincera...aunque eso me había traído ya muchos problemas.

Intenté concentrarme, con todas mis fuerzas, ya incluso había olvidado cómo se sentía utilizar aquella habilidad -. Y, al menos nosotros, creemos que la belleza existe en todos los seres, sin restricción. Aunque muchos no la noten-volví a sonreír, sintiendo como mis dedos se hundían en la palma de sumano, sobre los restos-. Siempre hay maldad en el mundo, aunque la bondad la supere...pero cuando logra destruír la belleza, ella siempre puede renacer-y lo logré, sorprendentemente, sonreí tan efusivamente como lo permitió mi boca, observando como las hojas volvían a regenerarse, al igual que el tallo, hundiéndose en la tierra, y en las manos del vampiro sólo quedaban un par de pétalos. Retiré las mías, acomodándome un mechón de cabello -. Porque es fuerte, independiente y maravillosa. Porque conoce todo su potencial y lo que puede hacer con él, vampiro.-reí.

por **Taylor LeBeau** Sáb Oct 17, 2009 11:53 am

Un angel? habia oido bien? enarque una ceja oyendola pero la creí despues de todo, ya que su olor no encajaba con ningun otro.

-un angel..ahora lo entiendo-dije con una sonrisa. La mire directamente a los ojos y luego vi como regeneaba la flor, dejando solo petalos en mi mano. Su tacto era...extraño... Me acerque peligrosamente a ella para cojer de nuevo su mano. Aquel tacto era...especial...

-si...se nota que eres diferente-dije mirando su mano y acariciandola.

por **Cass White** Dom Oct 18, 2009 12:27 am

Sus facciones se tensaron en expresiones escépticas y desconfiadas, al parecer no creía que yo pudiera ser un ángel. Abrí mucho los ojos, en una expresión inocente y curiosa, ¿los vampiros no sabían de la existencia de ángeles? Eso era muy injusto...ya que nosotros sabíamos de la existencia de todos los seres. Aunque claro, los humanos eran la especie mayoritaria en el mundo. Tal vez por eso me fascinaban de tal forma, en lugar de otras criaturas sobrenaturales.

Lo que había logrado me había dejado feliz. El poder de la curación estaba en todos los de mi especie, pero hacía tanto que no lo usaba...¡que fue sorprendente volverlo a hacer! El hipnotizante cosquilleo en la palma de tu mano, como una corriente eléctrica que corre por tus dedos, tus poros, y recibe a la vida perdida. Como si estuvieras entregando parte de tu alma, de tu ser, para darle otra chance de vivir o sanar sus heridas a alguien más. Era una generosidad extremadamente placentera, representada en aquellos momentos, como un calor en el centro de mi pecho.

La mano del vampiro volvió a acercarse a la mía, tomándola con delicadeza. Su frío tacto bajaba unos grados a la temperatura de mi piel, pero nada exagerado. Lo miré a los ojos, dibujando una sonrisa amable en mi semblante, y a la vez mirándolo con el brillo de la curiosidad en mis pupilas, las cuales parecían estar siempre conectadas a las suyas. Rojo y azul, azul y rojo.
¿Por qué lo haría? ¿Se sentiría diferente, querría ver lo que ocurría dependiendo las reacciones o...simplemente un impulso? Aquello último me puso a pensar...¿Los vampiros tendrían impulsos? Es decir...había analizado todo respecto a los humanos. Por qué hacían esto y aquello, los impulsos irrefrenables y los sentimientos...pero sabía muy poco respecto a la raza de aquél ser que tenía frente a mi nariz.

-¿Lo soy? Bueno, eso es algo maravilloso. Las diferencias de otros individuos pueden complementarte, muchos puntos de vista, muchas formas de vida, hacen rico el mundo-mi sonrisa se ensanchó. Recordando algunas cosas del cielo, era fantástico, por supuesto, pero ya sabía de principio a fin la personalidad y reacciones de cada uno de mis compañeros ángeles. Como ahora conocía las de Chris. Por eso estaba adorando esta vida humana, el fascinante hecho de que pudieran cambiar de opinión, los debates, discusiones, los pensamientos liberales u ortodoxos. Las diferencias, en cada persona se encontraba un mundo, el cual había que entender de arriba abajo para saber qué haría a continuación aquella persona. Y, lamentablemente (pero, a la vez, estupendamente) no llegabas a conocerlo nunca.

Continuaba con la mirada fija en él, algo dentro de mí me estaba diciendo que olvidaba algo...¿Pero qué sería? No se me ocurría...
¡Oh, claro! Qué mal educado de mi parte, tan sumida en otro tipo de conversaciones había olvidado lo principal a la hora de charlar con alguien.
-Oh, yo...esto, disculpa. Nunca te dije mi nombre, a veces se me pasan detalles-reí, mientras sentía como sus dedos acariciaban el dorso de mi mano, de forma extraña-, soy Cassandra White...pero, puedes decirme Cass, si gustas. Muy pocos lo hacen, pero...me agrada como suena.-reí, algo diveritda por el enredo de palabras que estaba causando en el ambiente.

por **Taylor LeBeau** Dom Oct 18, 2009 10:27 pm

La miré directamente a los ojos. ¿ Que te ocurre, Taylor? no me digas que esta chica te ha enamorado...no, no puede ser,.
Quité esos pensamientos d emi cabeza rapidamente y cojiendo neuvamente su mano la besé con galanteria.

-mi nombre es Taylor...Taylor LeBeau...pero puedes llamarme Tay- me separé un poco y la miré

- y que hace un ángel en este internado? si se puede saber, claro.

por **Cass White** Lun Oct 19, 2009 12:38 am

Aquél hombre me estaba causando una gran intriga. Y eso era maravilloso, por supuesto, ya que era una de las cosas que me hacían adorar ése extraño mundo en primer lugar. Los seres impredecibles, las reacciones inesperadas, las palabras que no puedes medir, que no puedes predecir. Lo nuevo, lo extraño, lo sorprendente, lo fantástico...sí, podía estar segura de que ahora sí estaba viviendo.
-LeBeau...-repetí, en voz baja, intentando incrustarlo en mi mente, sin olvidarlo. Era un nombre partícular y único, jamás había oído uno como ese. Lo cual era completamente especial, extraordinario -Eres francés. Eso explica tu acento-comenté, mientras dentro de mi cabeza se repetía, una y otra vez, el eco débil de las palabras que me había dicho anteriormente, con ese tono susurrante y suave, con el ligero toque francés inundando las palabras, delicada y elegantemente.

Sentí sus suaves y gélidos labios posarse sobre mi mano. Y, por alguna razón, un cosquilleo me inundó desde el punto del beso, ascendiendo por mi brazo, deteniéndose en mi pecho, dándome aún más calidez, más sensaciones nuevas e increíbles. Hasta finalmente acabar en mi cabeza, sacudiendo mis pensamientos y desordenándolos, fuera de su orden original.
Me encantaba esto, las emociones y reacciones intensas me llevaban a donde fuere, estaba olvidando el pensar fríamente, lo cual era una pauta establecida. Ahora los sentimientos hacían acto de presencia, y me guiaban a través de una densa neblina desconocida.
Algo inexplicable, pero conocido a la vez...algo distinto, siempre distinto. Algo humano.

Aloír su pregunta, volví a bajar a la realidad, despertando de las nubes, y encontrándome una vez más con las expresiones bien marcadas y transparentes de Taylor, el flujo de su alma trasladándose a su rostro, imperceptiblemente.
-. He venido con mi hermano...queremos investigar el estilo de vida de las personas. Los sentimientos, los impulsos, las sensaciones. Si perduran más los pecados o la bondad...y en el poco tiempo que llevo aquí he visto todo tan maravilloso, tan extraordinario que...-suspiré, con una sonrisa ancha, dejando la frase incompleta y levantando la vista al infinito firmamento, aun sintiendo su gélido tacto-simplemente me fascina-dije, volviendo a mirarlo. No le había preguntado nada sobre él y realmente me inspiraba mucha confianza, le sonreí bondadosamente -. ¿Y tú? ¿Estás aquí hace mucho, Tay?-nunca había usado apodos más allá de mi hermano, pero así quería que lo llamara, y no iba a hacer algo que le desagradara.

por **Taylor LeBeau** Lun Oct 19, 2009 1:06 am

Escuche lo de francés y no pude evitar reir ligeramente.

-realmente soy del barrio francés de New Orleans..soy de origen cajún... y por eso se debe mi acento y mi idioma.- corregí, mirandola a los ojos. Mi don pude advertirme de la sensacion que hizo recorrer mi beso y no pude evitar sonreir ligeramente.
Oí su pregunta y metí las manos en los bolsillos.

-esto aqui buscando a alguien...unas pistas me llevaron hasta este internado y espero encontrarla pronto. - dije acabando en un suspiro.

por **Cass White** Lun Oct 19, 2009 1:30 am

Escondió las manos en sus bolsillos, explicándome de forma más detallada su prodecencia, me limité a mirarlo curiosamente, mientras asentía con la cabeza. Junté mis manos sobre mi regazo, aun sintiendo el embriagador aroma de las flores en el aire, entrando en el cuerpo.
Cuando, mi don hizo acto de presencia una vez más...
Estaba intentando evitarlo, no usarlo. Ya que él me inspiraba confianza, no creía que fuera alguien del cual cuidarse, y en aquellos seres era donde utilizaba aquél don. Pero al parecer, no lo estaba haciendo tan bien, ya que uno de sus pensamientos llegó a mi cabeza como un débil eco...¿Acaso había dicho...enamorando...? Qué curioso.
Intenté concentrarme más, cerrar la mente, evitar oír su voz (y su acento) en mi cerebro. Y dejar pasar de largo eso, después de todo...sólo había sido un desliz mental, una de esas "divagaciones" que se me hacían conocidas entre humanos. Que salían cuando tenías demasiados pensamientos a la vez, acababas mezclando todo.

Volví a observar sus pupilas escarlata, sonriendo, para alijerar un poco el ambiente. Ya que había dicho algo que, por alguna razón, lo hizo tornarse melancólico y taciturno de repente.
-Bueno, si te sirve de algo...espero que cumplas tu cometido. Y puedas encontrarla.-dije, intentando levantarle el ánimo.

por **Taylor LeBeau** Lun Oct 19, 2009 4:04 pm

-Gracias...-dije, con una sonrisa. Volvi a mirarla y luego miré por todo el jardin.

-bueno... y que piensas hacer ahora?-pregunte con una sonrisa mientras me acercaba un poco más, mientra smi ojos rojos se tornaban un poco violetas.

por **Cass White** Lun Oct 19, 2009 7:26 pm

Sonreí cuando él lo hizo, ese gesto era el más reconfortante de todos los conocidos en los diversos rostros que había divisado al llegar. Una sonrisa podía hacer mucho más de lo que muchos imaginaban, además de alegrar un simple día. Sonreír limpiaba tu alma, volvía más puro tu ser, te llenaba de vida, de entusiasmo, de ganas de existir, de puros deseos. Sonreír podía salvar vidas, y crearlas, a la vez.
-De nada-dije, radiante. No sentía que había ayudado demasiado, pero que Taylor hubiera tomado parte de su tiempo para agradecerme, quería decir que había logrado, al menos por una décima de segundo, un pequeño e insignificante instante que se perdería en el tiempo, ayudarlo a pasar con más ligereza su vida, a sobrellevar las cosas malas, o los casi inexistentes defectos de aquél alucinante mundo.

-. Yo...esto...¿Ahora? ¿Quieres decir...en este momento? ¿Este segundo?-reí, y me acomodé un mechón de mi ondulado cabello rubio detrás de la oreja, mientras volvía a levantar la vista.
¿Era mi imaginación...o sus insoldables ojos fijos, su sonrisa ladeada, su cabello color arena...todo Taylor, estaban más cerca de lo que se encontraban anteriormente?
Intenté pasar por alto esa cercanía y volví a sonreír, sin poder evitarlo, era demasiado fácil, y placentero-. Pues...yo vine hasta aquí para ver cómo era, pasar el tiempo. Sentarme a oler las rosas...y...tal vez esperar a que llueva-levanté la vista al gran cielo azul que tenía frente a mis ojos, el cual había sido mi hogar hace poco tiempo, y sin embargo, parecía tratarse de una época tan lejana...ni una sola nube cubría el cielo, sólo el puro y fantástico color azulado tiñendo el firmamento -. Siempre quise saber cómo se siente, desde aquí. ¿Sabes? Allí arriba, sólo ves las gotas caer hacia abajo, pero no sientes el agua resbalar por tu piel, o los escalofríos recorriendo tu espalda...esa sensación de pureza y libertad. Sólo podías imaginarla desde las nubes-

Volví a bajar la vista, dirigiéndole una mirada a Taylor y rodando los ojos en un movimiento rápido, casi imperceptible, de forma divertida. Él me estaba llevando muy buena impresión, pero parecía tan...¿serio?
Sí, muy serio.
Sería bueno verlo más feliz, enérgico, vivaz. Pero si así era su personalidad...yo no era quién para cambiarlo -Creí que hoy tal vez llovería. Pero veo que no-reí, apenas, una breve risa que prevaleció en el aire un par de instantes, zumbando y danzando por el oxígeno. Cuando noté algo diferente.
Ladeé la cabeza, abriendo bastante los ojos. Las pupilas rojas de él se estaban descolorando a un tono púrpura. ¿Sería aquello normal? ¿Acaso tendría sed? ¿Sería por un don? ¿Sería...malo preguntar qué le ocurría?
-. Yo...esto...Tay. ¿Por qué tus ojos cambian de color?-no pude evitarlo, la curiosidad estaba picando en medio de mi pecho, y era propensa a sentirlo más intensamente, al ser una emoción nueva. Me carcomía por dentro.

por **Taylor LeBeau** Lun Oct 19, 2009 10:11 pm

Cuando me dijo lo de los ojos y apodia ver el humo lila salir de mi para acariciar a la chica. Me separé un palmo y cerré los ojos.

-no...nada...-dije mientras los abria y estos volvian a un color rojizo, aunque manteniendo una delgada linea violeta.

- no es nada, lo siento- el don estaba intentando hacer aparición, y yo lo deseaba, pero comenzaba a creer que el don me dominaba a mi en vez de al reves. La volvi a mirar

- simplemente esque... eres...eres muy bella- dije sonriendo.

por **Cass White** Mar Oct 20, 2009 2:18 am

Cerró los ojos en un parpadeo muy rápido, volviendo a presentar aquél tinte escarlata que tenían la primera vez que los había visto. Hablaba de forma pausada y entrecortada, mezclando las palabras, y enredándolas de forma inentendible. Enarqué una ceja, pero reí a la vez, ya que la expresión en su rostro le daba un tono inocente muy divertido y casrismático.

Cuando me dijo aquél alago, no bajé la vista, pero pude sentir un calor extraño subiendo por mi rostro...¿Cómo lo llamaban los humanos? ¿Ru...ru...algo? ...¡Rubor! Sí, claro, eso debía ser. Aparecía cuando la persona estaba avergonzada. ¿Me habían avergonzado sus palabras? Pero ni siquiera lo había notado, sólo había sido un acto reflejo, automático.

-Yo..esto...gracias. Nunca nadie me había dicho algo como eso-sonreí, con los ojos muy abiertos, mostrando con toda claridad mis pupilas azuladas. Supuse que estaba tan concentrada en la belleza de aquél mundo que jamás me había notado a mí misma...quiero decir, las veces que me había visto (en los espejos, o charcos de agua) parecía sólo una chica más. Intentando parecer normal...
-. Pero...¿Qué relación tiene eso con tus ojos?-noté como se había alejado, por lo cual no quise acortar distancia de nuevo, intimidarlo no estaba en mis planes, además...era una raza de la cual no sabía nada. No tenía idea cómo podía reaccionar un vampiro. Permanecí en mi lugar, llevando una mano a mi boca para mordisquearme una uña, inconcientemente.

por **Taylor LeBeau** Mar Oct 20, 2009 8:18 pm

- pues mucha...-dije- pero si te lo cuento, desconfiaras tanto de mi que no querrás volver a verme en toda tu vida- dije suspirando levemente mientras miraba ahcia otro lado.
Era la verdad, si le contaba en que se basaba mi don probablemente no querria volverme a mi y me esquivaria, y eso seria una lastima, ya que me caia bien.

por **Cass White** Mar Oct 20, 2009 10:14 pm

Su comentario sólo pudo hacerme reír, no burlonamente, por supuesto, ¡claro que no!. Sólo una leve risita que acarició mi garganta al salir al exterior. Era difícil creer que él creyera que me dejaría guiar por algo tan trivial como su don.
Sabía que no era mi asunto, que no debía entrometerme y aceptar lo que me decía, sin preguntar ya más...pero eso era lo que hacía en el cielo. Dejarme llevar por la frialdad y los hechos básicos del asunto. ¿Por qué no ir más allá? ¿Por qué no pensar con el corazón? ¿Por qué no considerar el hecho de que Taylor me caía muy bien, e iba a aceptarlo cual sea su habilidad?

Al ver que corrió la mirada hacia el suelo, dejé que mi mano se escapara hacia su barbilla, para que levantara la vista y me mirara, así sería mucho más fácil hablar. ¿O no?
Le regalé una sonrisa ancha, y comprensiva. Era importante establecer confianza con los demás, así se notaba el respeto y la buena predisposición que había dentro de uno, esperando a irse con ellos.
-Taylor, en serio...¿crees que voy a juzgarte? Mira, hablando con franquesa, yo tengo telepatía-solté su rostro, juntando las manos sobre mi regazo una vez más, y encogiéndome de hombros -. Puedo oír tus secretos más profundos...y eso no va a molestarte, ¿o si?-sonreí, ante mi retórica pregunta, sabía que no iba a incomodarse.

-. Además...siempre existe el autocontrol, ¿no crees? Ahora mismo, por ejemplo, podría leer tu mente y saber cuál ése don que quieres ocultar...y no lo hago. Porque puedo controlar mi poder. Así que...sea cual sea el tuyo, sé que tú puedes hacer lo mismo-acomodé un mechón de mi cabello detrás de la oreja, los cuales tendían a desacomodarse de forma rebelde cuando menos me lo imaginaba-. Sólo eso, no voy a desconfiar de ti. Me agradas mucho.-dije lo esencial, hasta le había confesado mi habilidad...ahora que lo pensaba, le habia confesado mucho hoy.

por **Taylor LeBeau** Mar Oct 20, 2009 10:31 pm

Me sorprendi ante su respeusta ¿ telepatia? estaba oyendo lo que pensaba? suspiré y mire hacia un lado.

-vaya...entonces has oido...-la miré y sonrei.

-muy bien...te lo contaré- dije y me acerque mas a ella.

-tengo la habilidad de que, con solo mirar, acariciar o respirar encima de una persona, consigo que se enamore perdidamente de mi.-confesé, con una sonrisa.

por **Cass White** Mar Oct 20, 2009 10:50 pm

Su reacción ante saber que tenía telepatía me sorprendieron, abrí mucho los ojos y lo tomé de un brazo. No quería que pensara nada incorrecto. ¿Qué tal si creía que me inmiscuía en su privacidad...?
-No...yo...¡no! Sólo he leído lo esencial...ya sabes, para saber tu raza y ese tipo de cosas. Yo...yo no buscaría cosas que te incomodaran, es decir...no lo haría-aseguré, rotundamente. Tenía que dejar eso claro, los enredos me ponían nerviosa y provocaban que mi voz se oyera entre cortada, o temblorosa. Solté su brazo lentamente, notando que tal vez fue una reacción algo exagerada.

Noté cómo volvió a acercarse a mi lado, compartiendo verbalmente la descripción de su poder, lo escuché atentamente, y, en cuanto sus labios dejaron de moverse, los míos se entreabieron, en una respuesta de sorpresa moderada.
¿Hacer que se enamoren...? Nunca había escuchado un don capaz de eso. Pero supuse que era parte de vivir en aquella mágica tierra, donde todo ocurría, donde lo inesperado era parte del día a día.

Me quedé callada un momento, un pequeño instante. Pensando en qué podría tener de inconveniente una habilidad así. La telepatía no era siempre tan buena...a veces te enterabas de cosas que no querías y...
Bajé la vista, pensando en aquello, para luego sacudir la cabeza.
Positivo, positivo...
Era una habilidad muy buena, muy util, a pesar de sus desventajas. ¡Todo tiene desventajas! Por eso el mundo es tan rico y perfecto.
Positivo, positivo.

Volví a alzar la vista hacia Taylor, observando su sonrisa y correspondiéndola. Me alegraba que comenzara a sonreír, que fuera feliz, alegre...por lo que se veía en sus ojos, ese brillo de melancolía permanente, lo necesitaba. Necesitaba alegría.
-Es un don muy curioso-dije, ladeando una nueva sonrisa-. Como te dije...no desconfiaré. Siempre puedes controlarlo.-reí, alegre.

por **Taylor LeBeau** Mar Oct 20, 2009 11:09 pm

Me volvi a acercar a ella hasta quedarme a unos centimetros. Me acerque a su oido y susurre.

-y si no quiero controlarlo? -dije y me separe

- mi don solo actua cuando deseo a alguien- confesé con una sonrisa

- cuando siento atraccion hacia una persona...quizas por eso actuo hace un momento mi don.-dije encojiendome de hombros.

por **Cass White** Miér Oct 21, 2009 12:07 am

Taylor cada vez se acercaba más, y, por alguna extraña razón, los latidos de mi corazón se aceleraban considerablemente conforme su blanquecino rostro se acrecentaba sobre el mío. Estaba tan cerca de forma que podía sentir su gélido aliento sobre mi boca, palpitando fuertemente, sintiéndose con tanta intensidad como el aura de un alma, como la luz del sol en la oscuridad más profunda.
Cuando, sin previo aviso, su curso se desvió y acabó sobre mi oído, susurrándome una sola pregunta tan intrigante y misteriosa que me obligó a cerrar los ojos, sintiendo cómo sus cuerdas vocales viajaban por todo mi sistema, repitiéndose una y otra vez en mi mente.

Cuando se separó, mis párpados tuvieron que volver a alzarse, rápidamente, no quería perderme de nada. Era una situación completamente nueva y tenía que estar al tanto, pendiente...¿Por qué él no querría controlar su poder? No terminaba de comprender nada.
-Pero tú...dijiste que te preocupara que desconfiara. Entonces...¿por qué dices que no lo controlarás?-abrí mucho los ojos, no acababa de comprender su mentalidad...ni...¡ni nada!. Necesitaba alguna respuesta.

por **Taylor LeBeau** Miér Oct 21, 2009 12:49 am

Me morid ligeramente el labio.

-veras... creo que no lo entiendes...cuando una chica me gusta mi don se activa, haciendo que esta se enamore de mi...-dije

- y tu me gustas, señorita Cass...-meti las manos en los bolsillos

- y mi don me dice ke os corteje y...-cayé, serio,mirando hacia un lado

- y debo admitir que por un lado deseo hacerlo...pero por otro no quiero haceros daño...

por **Cass White** Miér Oct 21, 2009 1:58 am

Escuché sus palabras con más atención de lo habitual. ¿Que yo le gustaba? ¿Cómo podía ser eso...? Estaba más que confundida. Había estudiado las emociones humanas por mucho tiempo...y, el enamoramiento, era el sentimiento más intenso, el más maravilloso, el más placentero...pero...¿no llevaba...cierto tiempo?

Siempre pensé que sería extraordinario sentirlo, pero...¿a la fuerza? ¿por un poder? Eso...¿sería algo bueno?
-¿Hacerme daño...? Discúlpame, Tay, pero...no acabo de entender. Creí que...enamorarte no podía lastimarte. Que es la sensación más perfecta y armónica jamás sentida...¿Cómo puedes temer a eso?-pregunté, demasiado confundida.

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La libertad huele a rosas...[Libre]

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